Lo que sigue ahora son unas palabras que pueden considerarse premonitorias o proféticas, pronunciadas en los últimos tiempos por los dos papas que preceden a Francisco, san Juan Pablo II y Benedicto XVI. De la consideración de estas reflexiones pueden surgir luces para entender los tiempos convulsos que está viviendo hoy la Iglesia católica, a merced de las opiniones secularistas cuando no de sus exigencias, y que confluyen en el ataque despiadado, indisimulado e irracional a la mujer, a la figura del padre y a la familia cristiana. EL CARDENAL KAROL WOJTYLA ANTE EL CONGRESO EUCARÍSTICO DE PENSILVANIA EN 1977, DOS AÑOS ANTES DE SER ELEGIDO PAPA El entonces cardenal Karol Wojtyla pronunció las siguientes palabras ante el Congreso Eucarístico de 1977 en la misma ciudad de Filadelfia: «Estamos ante la confrontación histórica más grande que la humanidad haya tenido. Estamos ante la contienda final entre la Iglesia y la anti-Iglesia, el Evangelio y el anti-Evangelio. Esta confrontación descansa dentro de los planes de la Divina Providencia y es un reto que la Iglesia entera tiene que aceptar».[1] LA PROFÉTICA FIGURA DE JÓZEF RATZINGER En 1969 se encontraba el sacerdote Joseph Ratzinger en una radio alemana respondiendo con sus reflexiones a preguntas sobre el futuro de la iglesia católica. Aquí están sus comentarios finales [el subrayado en negrita es del autor de este libro]: «Con esto hemos llegado a nuestro hoy y a la reflexión sobre el mañana. El futuro de la Iglesia puede venir y vendrá también hoy sólo de la fuerza de quienes tienen raíces profundas y viven de la plenitud pura de su fe. El futuro no vendrá de quienes sólo dan recetas. No vendrá de quienes sólo se adaptan al instante actual. No vendrá de quienes sólo critican a los demás y se toman a sí mismos como medida infalible. »Tampoco vendrá de quienes eligen sólo el camino más cómodo, de quienes evitan la pasión de la fe y declaran falso y superado, tiranía y legalismo, todo lo que es exigente para el ser humano, lo que le causa dolor y le obliga a renunciar a sí mismo. Digámoslo de forma positiva: el futuro de la Iglesia, también en esta ocasión, como siempre, quedará marcado de nuevo con el sello de los santos. Y, por tanto, por seres humanos que perciben más que las frases que son precisamente modernas. Por quienes pueden ver más que los otros, porque su vida abarca espacios más amplios. »La generosidad que libera a las personas se alcanza sólo en la paciencia de las pequeñas renuncias cotidianas a uno mismo. En esta pasión cotidiana, la única que permite al ser humano experimentar de cuántas formas diferentes lo ata su propio yo, en esta pasión cotidiana y sólo en ella, se abre el ser humano poco a poco. Él solamente ve en la medida en que ha vivido y sufrido. Si hoy apenas podemos percibir aún a Dios, se debe a que nos resulta muy fácil evitarnos a nosotros mismos y huir de la profundidad de nuestra existencia, anestesiados por cualquier comodidad. Así, lo más profundo en nosotros sigue sin ser explorado. Si es verdad que sólo se ve bien con el corazón, ¡qué ciegos estamos todos! »¿Qué significa esto para nuestra pregunta? Significa que las grandes palabras de quienes nos profetizan una Iglesia sin Dios y sin fe son palabras vanas. No necesitamos una Iglesia que celebre el culto de la acción en oraciones políticas. Es completamente superflua y por eso desaparecerá por sí misma. Permanecerá la Iglesia de Jesucristo, la Iglesia que cree en el Dios que se ha hecho ser humano y que nos promete la vida más allá de la muerte. »De la misma manera, el sacerdote que sólo sea un funcionario social puede ser reemplazado por psicoterapeutas y otros especialistas. Pero seguirá siendo aún necesario el sacerdote que no es especialista, que no se queda al margen cuando aconseja en el ejercicio de su ministerio, sino que en nombre de Dios se pone a disposición de los demás y se entrega a ellos en sus tristezas, sus alegrías, su esperanza y su angustia. »Demos un paso más. También en esta ocasión, de la crisis de hoy surgirá mañana una Iglesia que habrá perdido mucho. Se hará pequeña, tendrá que empezar todo desde el principio. Ya no podrá llenar muchos de los edificios construidos en una coyuntura más favorable. Perderá adeptos, y con ellos muchos de sus privilegios en la sociedad. Se presentará, de un modo mucho más intenso que hasta ahora, como la comunidad de la libre voluntad, a la que sólo se puede acceder a través de una decisión. Como pequeña comunidad, reclamará con mucha más fuerza la iniciativa de cada uno de sus miembros. »Ciertamente conocerá también nuevas formas ministeriales y ordenará sacerdotes a cristianos probados que sigan ejerciendo su profesión: en muchas comunidades más pequeñas y en grupos sociales homogéneos la pastoral se ejercerá normalmente de este modo. Junto a estas formas seguirá siendo indispensable el sacerdote dedicado por entero al ejercicio del ministerio como hasta ahora. Pero en estos cambios que se pueden suponer, la Iglesia encontrará de nuevo y con toda la determinación lo que es esencial para ella, lo que siempre ha sido su centro: la fe en el Dios trinitario, en Jesucristo, el Hijo de Dios hecho hombre, la ayuda del Espíritu que durará hasta el .fin. La Iglesia reconocerá de nuevo en la fe y en la oración su verdadero centro y experimentará nuevamente los sacramentos como celebración y no como un problema de estructura litúrgica. »Será una Iglesia interiorizada, que no suspira por su mandato político y no flirtea con la izquierda ni con la derecha. Le resultará muy difícil. En efecto, el proceso de la cristalización y la clarificación le costará también muchas fuerzas preciosas. La hará pobre, la convertirá en una Iglesia de los pequeños. El proceso resultará aún más difícil porque habrá que eliminar tanto la estrechez de miras sectaria como la voluntariedad envalentonada. Se puede prever que todo esto requerirá tiempo. »El proceso será largo y laborioso, al igual que también fue muy largo el camino que llevó de los falsos progresismos, en vísperas de la revolución francesa –cuando también entre los obispos estaba de moda ridiculizar los dogmas y tal vez incluso dar a entender que ni siquiera la existencia de Dios era en modo alguno segura–, hasta la renovación del siglo XIX. »Pero tras la prueba de estas divisiones surgirá, de una Iglesia interiorizada y simplificada, una gran fuerza, porque los seres humanos serán indeciblemente solitarios en un mundo plenamente planificado. Experimentarán, cuando Dios haya desaparecido totalmente para ellos, su absoluta y horrible pobreza. Y entonces descubrirán la pequeña comunidad de los creyentes como algo totalmente nuevo. Como una esperanza importante para ellos, como una respuesta que siempre han buscado a tientas. »A mí me parece seguro que a la Iglesia le aguardan tiempos muy difíciles. Su verdadera crisis apenas ha comenzado todavía. Hay que contar con fuertes sacudidas. Pero yo estoy también totalmente seguro de lo que permanecerá al final: no la Iglesia del culto político, ya exánime, sino la Iglesia de la fe. Ciertamente ya no será nunca más la fuerza dominante en la sociedad en la medida en que lo era hasta hace poco tiempo. Pero florecerá de nuevo y se hará visible a los seres humanos como la patria que les da vida y esperanza más allá de la muerte. »La Iglesia católica sobrevivirá a pesar de los hombres y las mujeres, no necesariamente gracias a ellos. Y, aun así, todavía nos queda trabajo por hacer. Debemos rezar y cultivar el autosacrificio, la generosidad, la lealtad, la devoción sacramental y una vida centrada en Cristo».[2] [1] Cardenal Karol Wojtyla. Discurso durante el Congreso Eucarístico en Filadelfia, en 1977 [2] «Cuando el sacerdote Joseph Ratzinger predijo el futuro de la Iglesia»; artículo en portal en Internet Aleteia Puedes leer más en mi libro recién publicado, primer libro en el mundo sobre el año de la familia Amoris laetitia, disponible en Amazon a precio popular. Accedes a Amazon haciendo clic en este enlace, aquí.
«NO ESTAMOS EN UNA ÉPOCA DE CAMBIOS SINO EN UN CAMBIO DE ÉPOCA» Papa Francisco «¡BIENVENIDO, SANTO PADRE!» El arzobispo Charles Chaput de Filadelfia —de quien tomó el listón Monseñor Nelson Pérez desde su toma de posesión el 18 de febrero de 2020— dirigió el siguiente saludó al papa Francisco en el Festival de las Familias en Filadelfia tras la presentación del mural al papa Francisco por parte de César Viveros: «Thank you, Holy Father. This mural will be a lasting testament to the World Meeting of Families and your visit. From all of us here tonight, we thank you and we say together God bless Pope Francis». [Gracias Santo Padre. Este mural será un testamento duradero para el Encuentro Mundial de las Familias y su visita. De todos nosotros aquí esta noche, le agradecemos y decimos juntos «Dios bendiga al papa Francisco»]. Francisco desde el inicio de su pontificado habla de que no estamos en una época de cambios, sino en un cambio de época: «No estamos viviendo simplemente una época de cambios, sino en un cambio de época… un “cambio de mentalidad pastoral”. No una “pastoral relativista”, sino que se trata, en línea con la “nueva evangelización” de Juan Pablo II, o de la creación en 2010 por Benedicto XVI del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, de asumir un cambio de época. (…) Es necesaria una nueva evangelización, o reevangelización». EL FINAL DE UN PONTIFICADO… Escribía en mi libro, Por último, en esta breve lista podemos ser testigos en este año 2021 del fin próximo de los días de un papa que ha sido un profeta, Benedicto XVI. Todo parece a punto para que, si Benedicto XVI abandona esta vida terrena por la Casa del Padre, Jorge Bergoglio, nuestro amado Francisco I, presente su renuncia como él mismo ha mencionado que no descarta hacer llegado el momento adecuado. Aunque, como apuntan algunos, pudiera ser que el destino, la Providencia nos hubiera preparado ver a Benedicto XVI enterrar a Francisco. El mismo biógrafo del papa, Austen Ivereigh, había recordado a la opinión pública mundial que no había ninguna duda que Francisco dimitiría el año 2020, puesto que así lo había anunciado él mismo[2]. PAPA FRANCISCO, FELICITACIÓN NAVIDEÑA A LA CURIA VATICANA, 2019 En la entrevista que me concedió Austen Ivereigh, biógrafo de Francisco, para el Portal Forum Libertas y que publiqué el 7 de diciembre de 2015 —solo 30 días después de la visita de Francisco a Estados Unidos de Norteamérica—, me manifestaba que «el cambio cultural lleva tiempo, pero mi predicción es que la reforma de Francisco, la conversión que traerá será un cambio permanente qué será continuado por sus sucesores porque responde de hecho a lo que Francisco dice: “esta no es una época de cambios, sino un cambio de época”. Y con esa permanencia vamos a ver con el tiempo, y ya en perspectiva, la gran significancia de este papado, que está implementando plenamente a base de estos cambios lo propuesto ya en el Concilio Vaticano II. No hay duda de que Francisco prefiere equivocarse por demasiada misericordia que por demasiado rigor». SIGNOS VISIBLES DEL CAMBIO DE ÉPOCA EN EL MUNDO En este «cambio de época» en pleno siglo XXI que describe Francisco estamos viviendo varios episodios que marcan la historia de la humanidad, aunque con distintos grados de impacto. En primer lugar, y marca un pequeño punto de fuga con respecto al acontecimiento de la visita a Filadelfia de Francisco, la reciente aceptación por parte del papa de la renuncia por edad del arzobispo Charles Chaput de Filadelfia. Monseñor Charles Chaput fue el arzobispo que le recibió como anfitrión del Encuentro y presentó la efeméride al mundo desde el estrado de la gran fiesta de las Familias el último día del Encuentro Mundial de las Familias 2015. Así, el 18 de febrero de 2020 monseñor Nelson J. Pérez inauguró su mandato como nuevo arzobispo nombrado por el papa Francisco y llamado a suceder a Monseñor Charles Chaput. En segundo lugar, el fenómeno conocido como Brexit (Britain-Exit) o salida de Reino Unido de la Unión Europea, vigente desde 1 de enero de 2021. No deja este de ser un acontecimiento trágico por lo que había representado la fundación de la Comunidad Económica Europea para la esperanza de que no se repitiera la tragedia que supuso la Segunda Guerra Mundial. El hecho de que no se haya implementado plenamente el Brexit en estos años desde su comunicación a la UE por parte del Gobierno de Reino Unido en marzo de 2017 y hasta el 1 de febrero de 2020 representa en cierto modo una profecía de deconstrucción más que de esperanza. Curioso Encuentro también el de Filadelfia contemplado desde esta perspectiva si consideramos que en Filadelfia brotó la Independencia Americana de Estados Unidos de Norteamérica respecto a los ingleses un 4 de julio de 1776, su particular AMEXIT (America-Exit) si se me permite el paralelismo. En tercer lugar y solo recientemente, el 29 de abril de 2020 —festividad de santa Catalina de Siena, patrona de Europa— el papa Francisco ha clamado por una Europa unida en sintonía con el clamor de san Juan Pablo II para que Europa volviese a sus raíces cristianas. El papa Francisco ya había clamado anteriormente por esa unidad profética de Europa a principios de junio de 2019, también con anterioridad a principios de julio de 2016, y más recientemente todavía el 10 de mayo de 2020, con ocasión del 75 aniversario del VE-Day o día de la Victoria en Europa sobre el satánico ejército del Tercer Reich nacional - socialista alemán acaecida dos fechas antes en el año 1945, un 8 de mayo. En cuarto lugar y en otro orden de cosas, el azote de una crisis sanitaria global por el llamado virus COVID19 que ha afectado a toda la familia humana durante la casi totalidad del año 2020, y todavía no ha sido controlado en pleno año 2021. Anteriormente aún, la firma del «documento de la fraternidad en Abu Dabi» el 4 de febrero de 2019 en que se hace oficiosa una herejía por mor de un bien mayor si eso es justificable, que no lo es. No se sabe si por defecto y culpa del servicio de traducciones del Vaticano al pasar de una lengua a otra una frase original desconocida pero que da como resultado que Dios “quiere” la diversidad de religiones, cuando ello es contrario a la Tradición de la Iglesia Católica. Reflexioné sobre esto en un artículo. Propuse en ese artículo en el Portal de Internet International Family News[1] que esta crisis creada por la equiparación de las religiones por parte del Vaticano, al menos en apariencia, podría ser debida a la poca calidad de los servicios de traducción del mismo Estado Vaticano. En séptimo lugar y en la misma línea de «acuerdos», fuimos testigos inertes durante el año 2019 de la firma de un acuerdo-pacto cuyos términos siguen manteniéndose en secreto por las partes, entre el Vaticano y la República Popular comunista de China, que está causando antes que motivos de esperanza, una trágica escalada de abusos por parte de las autoridades del régimen totalitario chino sobre las religiones y en especial —justo lo que se pretendía frenar— sobre el cristianismo y más insidiosamente sobre los católicos de ese macro país. Y en la posición número ocho de esta lista de acontecimientos que están impactando a la humanidad en esta época de cambios en pleno siglo XXI, vivimos también un momento caliente en la confusión sobre la identidad del sacerdocio ministerial, y somos testigos de las discusiones sobre si es más un ministerio social o un testimonio de la esponsalidad de Cristo con su Iglesia; vemos cómo se minusvalora, cuando no se ataca, el celibato de los sacerdotes en el rito de la Iglesia latina contemporáneamente con la publicación en marzo de 2020 tras el Sínodo sobre la Amazonía de la exhortación apostólica del papa Francisco «Querida Amazonia». Las expectativas de algunos sectores para con la publicación del documento final de esta exhortación apostólica rebelaban un deseo diluir la dimensión ministerial del sacerdocio católico asimilándola a la dimensión universal del sacerdocio común que tienen por el bautismo todos los cristianos, introduciendo la propuesta de instaurar la elección de presbíteros por parte de la comunidad a votación popular, y la posibilidad de la ordenación de mujeres y chamanes para que fueran erigidos presbíteros católicos. Esto finalmente no ocurrió, al menos oficialmente. [1] «El flirteo Abu Dabi-Vaticano o los traductores vaticanos ayunos de teología». Artículo de Jordi Picazo, 5 de marzo de 2021. En ifamnews.com/es [2] «El papa francisco podría dimitir después de las fiestas navideñas». Artículo de 22 de diciembre de 2020 en https://centranews.com.gt/ [3] Cfr. Bula de convocación del jubileo extraordinario de la misericordia «VULTUS MISERICORDIAE», en Vatican.va Lo que sigue ahora son unas palabras que pueden considerarse premonitorias o proféticas, pronunciadas en los últimos tiempos por los dos papas que preceden a Francisco, san Juan Pablo II y Benedicto XVI. De la consideración de estas reflexiones pueden surgir luces para entender los tiempos convulsos que está viviendo hoy la Iglesia católica, a merced de las opiniones secularistas cuando no de sus exigencias, y que confluyen en el ataque despiadado, indisimulado e irracional a la mujer, a la figura del padre y a la familia cristiana. El cardenal Karol Wojtyla, ante el Congreso Eucarístico de Pensilvania, en 1977. Dos años antes de ser elegido papa El entonces cardenal Karol Wojtyla pronunció las siguientes palabras ante el Congreso Eucarístico de 1977 en la misma ciudad de Filadelfia:
«Estamos ante la confrontación histórica más grande que la humanidad haya tenido. Estamos ante la contienda final entre la Iglesia y la anti-Iglesia, el Evangelio y el anti-Evangelio. Esta confrontación descansa dentro de los planes de la Divina Providencia y es un reto que la Iglesia entera tiene que aceptar».[1] "ÚLTIMAS PREGUNTAS", TEXTO COMPLETO EN ESPAÑOL : NUEVO LIBRO "UNA VIDA" SOBRE BENEDICTO XVI (II)5/8/2020 Texto completo en español de "Últimas Preguntas", la última parte del nuevo libro sobre la vida de Benedicto XVI Estoy dedicando unas horas a analizar el contenido del libro, que promete savia rica de vida a la iglesia universal y a los cristianos que peregrinan en esta tierra de desolación y tinieblas. Esta última parte es a la que he decidido en primer lugar dirigir mi atención.
El libro ha aparecido solamente en la lengua alemana, y al tener más de 1.000 páginas tendremos que esperar unos meses antes de disponer de la versión española. Aquí yo ofrezco mi estudio, que no “traducción oficiosa” ni “pretensión comercial”. Cuando ofrezco mi texto en español estoy compartiendo con mis amigos y lectores simplemente mi trabajo personal en mi tiempo libre como podría hacerlo leyendo en castellano a mi nieta un libro que voy traduciendo sobe la marcha del por ejemplo, portugués. Jordi Picazo Te ofrezco parte por parte comenzando hoy, un análisis del texto del libro aparecido solamente en alemán. En el nuevo libro del escritor y periodista alemán Peter Seewald de más de 1.000 páginas, confidente del Papa Benedicto XVI durante muchos años ya antes de ser Papa, que ha escrito y publicado sendos libros de entrevistas con Benedicto XVI, ocupa la última parte una sección llamada Últimas Preguntas.
Jordi Picazo TERCERA de 3 partes, que irán saliendo durante esta semana del lunes 27 de enero. Esta traducción personal, sin ánimo de lucro, ni valor comercial, la realizo a nivel superficial desde el original francés. La comparto con amigos en mi Blog. No suple en ningún caso la lectura de los libros traducidos profesionalmente. No cuenta con las notas a pie de página, que aclaran muchos puntos y que se encuentran en la obra original y las sucesivas autorizaciones comerciales autorizadas por los autores. El objetivo es facilitar la lectura de este testimonio extraordinario de amor al sacerdocio y de veneración por el valor del celibato en el sacerdote. Jordi Picazo Tres textos para aclarar la noción de sacerdocio Cristiano Benedicto XVI Al final de estas reflexiones quisiera interpretar tres pasajes de la Escritura en los que el paso de las piedras al cuerpo, y por lo tanto la SEGUNDA de 3 partes, que irán saliendo durante esta semana del lunes 27 de enero.
Esta traducción personal, sin ánimo de lucro, ni valor comercial, la realizo a nivel superficial desde el original francés. La comparto con amigos en mi Blog. No suple en ningún caso la lectura de los libros traducidos profesionalmente. No cuenta con las notas a pie de página, que aclaran muchos puntos y que se encuentran en la obra original y las sucesivas autorizaciones comerciales autorizadas por los autores. El objetivo es facilitar la lectura de este testimonio extraordinario de amor al sacerdocio y de veneración por el valor del celibato en el sacerdote. Jordi Picazo |
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