Aquí te presento la Introducción de mi libro dedicado a la epopeya de César Viveros, mexicano que vive en la ciudad norteamericana de Filadelfia, y que ganó el concurso para pintar el gigantesco mural para el Papa Francisco en su ida a esa ciudad en 2015. Lee, y disfrútalo. Más abajo enlazo el libro, en Amazon. Puedes leer más en mi libro recién publicado, primer libro en el mundo sobre el año de la familia Amoris laetitia, disponible en Amazon a precio popular. Accedes a Amazon haciendo clic en este enlace, aquí. Llámame Jordi. Y te contaba más arriba, amiga, amigo, que César Viveros fue recientemente tocado por la desgracia de la muerte de su esposa Ana Guissel en 2018; no pocas veces, de la mano de la Fe con raíces se convierten las desgracias en bendición, aun cuando uno ve cómo el camino que se le presentaba recto y previsible de repente explota a sus pies y se ve lanzado por los aires en mil pedazos. Esos pedazos César sintió la obligación de recogerlos con el alma desgarrada porque tiene dos hijos que cuelgan de él, Ana Isabel y Maximiliano. Y esos hijos se convierten de repente por designio del destino en tabla de salvación y en compañeros de camino para ir descubriendo qué hay detrás de esa cortina que se ha cernido sobre su escenario cuando el acto no había concluido todavía. Tu amada esposa, César, de repente deja este mundo por culpa de una enfermedad. Ese cáncer que arrebata a la familia Viveros la estrella de su firmamento no os arrebata sin embargo su presencia, y esa presencia hace que sigáis adelante, como ella hacía contigo: a base de crear arte con la Fe de vuestro corazón mexicano. La misma Fe y Esperanza que te llevó, hermano, del polvo de los caminos de Veracruz hasta el océano sobre los que trabajaste montado en una plataforma petrolífera en trabajos de reparación y en los que te sumergiste en tareas de buceo y pasabas los días de tormenta pintando para tus compañeros retratos de sus novias con pintura industrial. Y luego la siguiente estación fue Filadelfia, la ciudad santuario, la ciudad del “amor de hermano y el cariño de hermana”, “the city of fraternal love and sisterly affection”. En este libro explico en boca y desde el corazón de César --ex abundantia cordis, os loquitur (los labios hablan desde la abundancia del corazón)— la historia de este Mural. porque es un Mural que tiene una historia. Un mural que tiene, mejor, historias, y que luego desemboca todavía en más historias. La historia principal es la historia del Mural de los Malaquías en una época de cambios, o mejor, como dice nuestro amado papa Francisco en un «cambio de época» donde no todo —o casi nada, diría yo, como se verá— es lo que parece. Mis conversaciones con César han sido transcritas de manera que reflejan el lenguaje oral vivo que utilizaba César conmigo, para preservar su ritmo y emoción, su genuinidad. Todos los diálogos han sido conversados, escuchados, en persona en 2015 y 2016 y por videoconferencia o teléfono del 2017 al 2020 y hasta el día de hoy. En este libro revisito la profecía de san Malaquías, el santo proclamado por la Iglesia católica que predijo los 44 últimos papas. A Francisco le toca ser el último de los papas en la lista de san Malaquías. El último en una Iglesia que ya no será más la que hemos conocido, como explica Benedicto XVI y como muestro más adelante. Alrededor de la profecía de Malaquías se ha prodigado también mucha tinta y cálamo. Este libro muestra el encuentro de Malaquías con Francisco en la ciudad de Filadelfia, cuna de la nación de los Estados Unidos de Norteamérica. Lo cierto es que el papa Francisco pasó por los USA y se volvió a Roma. Pero algo en Filadelfia queda de ese viaje que resuena como eco incesante y se remonta a siglos en la historia. Es tan sencillo de explicar como a la vez sorprendente. Para ello haremos referencia al santo irlandés que predijo el número de papas “hasta que el papado dejase de ser lo que hasta ese último papa habría representado”. Y te lo cuenta, querido lector, querida lectora, César el emigrante mexicano en Filadelfia y Jordi. Nací en la ciudad de Mataró en Barcelona, España, donde también vivió su infancia, estudió, y murió tras su regreso de Argentina —y esa fue mi presentación al papa Francisco al mostrarle en febrero de 2016 en el Vaticano la fotografía de su firma sobre el mural— Blas Parera, compositor del himno de la nación argentina, y Juan Larrea, miembro del primer triunvirato de la nación libre de Argentina. Tras esa introducción y pidiéndole permiso, nos fundimos en un largo abrazo. Este libro acaba un poco súbitamente. Tendrá su continuación. Situados en este punto al final del libro en Dublín, en el Encuentro Mundial de las Familias de 2018, acabaremos de analizar la ruta que se trazó para demoler la antropología humana de la familia según la Tradición de la Iglesia católica. Retomaremos estos acontecimientos desde Dublín, para analizar el camino que lleva a Roma para el Encuentro de 2022. Quédate conmigo, te decía, que yo te cuento. «NO ESTAMOS EN UNA ÉPOCA DE CAMBIOS SINO EN UN CAMBIO DE ÉPOCA» Papa Francisco «¡BIENVENIDO, SANTO PADRE!» El arzobispo Charles Chaput de Filadelfia —de quien tomó el listón Monseñor Nelson Pérez desde su toma de posesión el 18 de febrero de 2020— dirigió el siguiente saludó al papa Francisco en el Festival de las Familias en Filadelfia tras la presentación del mural al papa Francisco por parte de César Viveros: «Thank you, Holy Father. This mural will be a lasting testament to the World Meeting of Families and your visit. From all of us here tonight, we thank you and we say together God bless Pope Francis». [Gracias Santo Padre. Este mural será un testamento duradero para el Encuentro Mundial de las Familias y su visita. De todos nosotros aquí esta noche, le agradecemos y decimos juntos «Dios bendiga al papa Francisco»]. Francisco desde el inicio de su pontificado habla de que no estamos en una época de cambios, sino en un cambio de época: «No estamos viviendo simplemente una época de cambios, sino en un cambio de época… un “cambio de mentalidad pastoral”. No una “pastoral relativista”, sino que se trata, en línea con la “nueva evangelización” de Juan Pablo II, o de la creación en 2010 por Benedicto XVI del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, de asumir un cambio de época. (…) Es necesaria una nueva evangelización, o reevangelización». EL FINAL DE UN PONTIFICADO… Escribía en mi libro, Por último, en esta breve lista podemos ser testigos en este año 2021 del fin próximo de los días de un papa que ha sido un profeta, Benedicto XVI. Todo parece a punto para que, si Benedicto XVI abandona esta vida terrena por la Casa del Padre, Jorge Bergoglio, nuestro amado Francisco I, presente su renuncia como él mismo ha mencionado que no descarta hacer llegado el momento adecuado. Aunque, como apuntan algunos, pudiera ser que el destino, la Providencia nos hubiera preparado ver a Benedicto XVI enterrar a Francisco. El mismo biógrafo del papa, Austen Ivereigh, había recordado a la opinión pública mundial que no había ninguna duda que Francisco dimitiría el año 2020, puesto que así lo había anunciado él mismo[2]. PAPA FRANCISCO, FELICITACIÓN NAVIDEÑA A LA CURIA VATICANA, 2019 En la entrevista que me concedió Austen Ivereigh, biógrafo de Francisco, para el Portal Forum Libertas y que publiqué el 7 de diciembre de 2015 —solo 30 días después de la visita de Francisco a Estados Unidos de Norteamérica—, me manifestaba que «el cambio cultural lleva tiempo, pero mi predicción es que la reforma de Francisco, la conversión que traerá será un cambio permanente qué será continuado por sus sucesores porque responde de hecho a lo que Francisco dice: “esta no es una época de cambios, sino un cambio de época”. Y con esa permanencia vamos a ver con el tiempo, y ya en perspectiva, la gran significancia de este papado, que está implementando plenamente a base de estos cambios lo propuesto ya en el Concilio Vaticano II. No hay duda de que Francisco prefiere equivocarse por demasiada misericordia que por demasiado rigor». SIGNOS VISIBLES DEL CAMBIO DE ÉPOCA EN EL MUNDO En este «cambio de época» en pleno siglo XXI que describe Francisco estamos viviendo varios episodios que marcan la historia de la humanidad, aunque con distintos grados de impacto. En primer lugar, y marca un pequeño punto de fuga con respecto al acontecimiento de la visita a Filadelfia de Francisco, la reciente aceptación por parte del papa de la renuncia por edad del arzobispo Charles Chaput de Filadelfia. Monseñor Charles Chaput fue el arzobispo que le recibió como anfitrión del Encuentro y presentó la efeméride al mundo desde el estrado de la gran fiesta de las Familias el último día del Encuentro Mundial de las Familias 2015. Así, el 18 de febrero de 2020 monseñor Nelson J. Pérez inauguró su mandato como nuevo arzobispo nombrado por el papa Francisco y llamado a suceder a Monseñor Charles Chaput. En segundo lugar, el fenómeno conocido como Brexit (Britain-Exit) o salida de Reino Unido de la Unión Europea, vigente desde 1 de enero de 2021. No deja este de ser un acontecimiento trágico por lo que había representado la fundación de la Comunidad Económica Europea para la esperanza de que no se repitiera la tragedia que supuso la Segunda Guerra Mundial. El hecho de que no se haya implementado plenamente el Brexit en estos años desde su comunicación a la UE por parte del Gobierno de Reino Unido en marzo de 2017 y hasta el 1 de febrero de 2020 representa en cierto modo una profecía de deconstrucción más que de esperanza. Curioso Encuentro también el de Filadelfia contemplado desde esta perspectiva si consideramos que en Filadelfia brotó la Independencia Americana de Estados Unidos de Norteamérica respecto a los ingleses un 4 de julio de 1776, su particular AMEXIT (America-Exit) si se me permite el paralelismo. En tercer lugar y solo recientemente, el 29 de abril de 2020 —festividad de santa Catalina de Siena, patrona de Europa— el papa Francisco ha clamado por una Europa unida en sintonía con el clamor de san Juan Pablo II para que Europa volviese a sus raíces cristianas. El papa Francisco ya había clamado anteriormente por esa unidad profética de Europa a principios de junio de 2019, también con anterioridad a principios de julio de 2016, y más recientemente todavía el 10 de mayo de 2020, con ocasión del 75 aniversario del VE-Day o día de la Victoria en Europa sobre el satánico ejército del Tercer Reich nacional - socialista alemán acaecida dos fechas antes en el año 1945, un 8 de mayo. En cuarto lugar y en otro orden de cosas, el azote de una crisis sanitaria global por el llamado virus COVID19 que ha afectado a toda la familia humana durante la casi totalidad del año 2020, y todavía no ha sido controlado en pleno año 2021. Anteriormente aún, la firma del «documento de la fraternidad en Abu Dabi» el 4 de febrero de 2019 en que se hace oficiosa una herejía por mor de un bien mayor si eso es justificable, que no lo es. No se sabe si por defecto y culpa del servicio de traducciones del Vaticano al pasar de una lengua a otra una frase original desconocida pero que da como resultado que Dios “quiere” la diversidad de religiones, cuando ello es contrario a la Tradición de la Iglesia Católica. Reflexioné sobre esto en un artículo. Propuse en ese artículo en el Portal de Internet International Family News[1] que esta crisis creada por la equiparación de las religiones por parte del Vaticano, al menos en apariencia, podría ser debida a la poca calidad de los servicios de traducción del mismo Estado Vaticano. En séptimo lugar y en la misma línea de «acuerdos», fuimos testigos inertes durante el año 2019 de la firma de un acuerdo-pacto cuyos términos siguen manteniéndose en secreto por las partes, entre el Vaticano y la República Popular comunista de China, que está causando antes que motivos de esperanza, una trágica escalada de abusos por parte de las autoridades del régimen totalitario chino sobre las religiones y en especial —justo lo que se pretendía frenar— sobre el cristianismo y más insidiosamente sobre los católicos de ese macro país. Y en la posición número ocho de esta lista de acontecimientos que están impactando a la humanidad en esta época de cambios en pleno siglo XXI, vivimos también un momento caliente en la confusión sobre la identidad del sacerdocio ministerial, y somos testigos de las discusiones sobre si es más un ministerio social o un testimonio de la esponsalidad de Cristo con su Iglesia; vemos cómo se minusvalora, cuando no se ataca, el celibato de los sacerdotes en el rito de la Iglesia latina contemporáneamente con la publicación en marzo de 2020 tras el Sínodo sobre la Amazonía de la exhortación apostólica del papa Francisco «Querida Amazonia». Las expectativas de algunos sectores para con la publicación del documento final de esta exhortación apostólica rebelaban un deseo diluir la dimensión ministerial del sacerdocio católico asimilándola a la dimensión universal del sacerdocio común que tienen por el bautismo todos los cristianos, introduciendo la propuesta de instaurar la elección de presbíteros por parte de la comunidad a votación popular, y la posibilidad de la ordenación de mujeres y chamanes para que fueran erigidos presbíteros católicos. Esto finalmente no ocurrió, al menos oficialmente. [1] «El flirteo Abu Dabi-Vaticano o los traductores vaticanos ayunos de teología». Artículo de Jordi Picazo, 5 de marzo de 2021. En ifamnews.com/es [2] «El papa francisco podría dimitir después de las fiestas navideñas». Artículo de 22 de diciembre de 2020 en https://centranews.com.gt/ [3] Cfr. Bula de convocación del jubileo extraordinario de la misericordia «VULTUS MISERICORDIAE», en Vatican.va |
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