Los dos prelados chinos que por primera vez en la historia participan en un sínodo de la Iglesia católica, en Roma, inaugurado el 3 de octubre de 2018, son Mons. Guo Jincai, Obispo de Chengde y Mons. Yang Xiaoting, Obispo de Ya’an. En un Estado sin libertad de Prensa como el Vaticano, y en que como en China los medios de comunicación son oficiales, todo debe basarse en la confianza. Cuando esta se rompe, como ahora y como mostraré en una siguiente entrega, el público puede pasar a no creerse cuentos chinos. 9 de octubre de 2018 - Jordi Picazo, en Roma Un obispo excomulgado con visado reluciente del Vaticano Uno de los orígenes creíbles de la expresión que sirve de cabecera a este artículo se encuentra en los viajes de Marco Polo en la ruta de la seda, reportados como habilidosos y muy beneficiosos para el explorador a la hora de negociar con los chinos. Sin embargo, la historia ha mostrado que a Marco Polo no es que los chinos se la dieran con queso, pero el bajar los precios no significó tampoco que se rindieran a sus habilidades de comerciante, como la historia sigue demostrando, hoy todavía, en que los titulares de prensa muestran los planes de China con Europa, o cuando compran algún país americano a porciones, o africano si se tercia. Desde 1965, cuando Pablo VI (que será canonizado en Roma el 14 de octubre de 2018) creó el Sínodo de los obispos, el Vaticano había invitado a obispos de China ya en 1998 y en 2005, pero Beijing no autorizó el viaje. Relata Asia News.it que los dos obispos que esta vez recibieron el permiso de Beijing son dos altos funcionarios. Mons. Yang es el vicepresidente del Consejo de los obispos, un organismo no reconocido por la Santa Sede (porque falta la presencia de los obispos subterráneos); Mons. Guo es uno de los 7 obispos excomulgados por Roma, y es el secretario general de la conferencia de obispos chinos controlada por el gobierno y no reconocida por Roma ni tan siquiera tras el acuerdo; ahora ha visto el levantamiento de su excomunión por parte de Francisco como parte del trato con el gobierno comunista de la República Popular China. Es también representante en la Asamblea nacional del pueblo, el Parlamento chino en el cual de norma participan los miembros del Partido comunista. El acuerdo chino-vaticano reconoce también la diócesis que se inventaron los chinos para Monseñor Guo, y que Benedicto XVI no reconoció: Chengde. Guo Jincai de Chengde fue ordenado ilegítimamente, sin el mandato papal, en el 2010. En ese entonces, cuando se anunció su ordenación episcopal, el Vaticano afirmó que no había una diócesis de Chengde en la jerarquía católica, y que, por ende, no podían reconocerlo como obispo. Acogerlo en el Sínodo no significará reconocer esa institución. En ella, de hecho, no participan obispos ‘clandestinos’ de quienes la Santa Sede se hace expresamente cargo. Significará, en vez de eso, estrechar lazos más fuertes que ayuden a afrontar los problemas que todavía existen. Lealtad al partido comunista, patria antes que Dios El 24 de septiembre de 2018, la Asociación Patriótica Católica China y el Consejo de Obispos de la Iglesia de China –organismos no reconocidos por el Vaticano– defendieron que la Iglesia en China “continuará funcionando de manera independiente. Amamos al país y a la Iglesia, llevaremos adelante el principio de la independencia y el concepto de sinización de la religión, permaneciendo en la senda que conduce a la sociedad socialista”. Para el diario de la Conferencia Episcopal Italiana Avvenire, la participación de los dos obispos chinos en el Sínodo es “un efecto inmediato y sorprendente del acuerdo firmado el pasado 22 de septiembre, y una respuesta para quienes pensaban que con el acuerdo las cosas cambiarían muy poco”. Lo puedes contrastar con el relato en italiano en Avvenire pulsando aquí. El obispo independiente Yeung de Hong Kong a favor del pacto, con reservas Para otros sin embargo es una traición. AsiaNews.it (en español) sigue contando como el obispo de Hong Kong Mons. Yeung recuerda que muchos obispos de China popular «no pueden tener siempre contactos con el Santo Padre y tampoco pueden tenerlos con obispos de otras diócesis». Pero, para Yeung, el acuerdo chino-vaticano es un paso adelante en el camino entre la Iglesia de China y la Iglesia universal. Sin embargo busco y leo en The Times of India (en inglés) de información proporcionada por Reuters que Yeung también dice, y se aclara más su posición, cosas como que los detalles del acuerdo chino-vaticano no se han dado a conocer por ninguna de las partes. Yeung ha pedido información a la región continental de china, sin respuesta. A esa petición añade que quiere saber detalles sobre los obispos y sacerdotes que llevan presos en algunos casos décadas, con la consecuente ancianidad a cuestas. Muy en concreto millares de chinos de Hong Kong rezan por el obispo James Su Zhimin, preso desde 1997 y que ahora tendría 86 si sigue vivo, pues nada se sabe de él. Y escojo Times of India por ser país alejado de occidente, pobre y no católico. En agosto de 2018, Yeung fue recibido por el Papa Francisco en audiencia, y le dijo «Santo Padre, vaya para adelante, no tenga miedo, pero tenga cuidado. Es como cuando cruza un río desconocido por primera vez y no sabe con qué se encontrará, tiene que acomodar las pisadas en cada piedra que vaya encontrando». En Hong Kong ha estado al margen de los dictados de la atea China en gran medida, y ha podido ser libre de su control total. Al obispo emérito de Hong Kong, Zen, sin embargo, Francisco le ha negado audiencia. Lleno de coraje en su ancianidad ha querido viajar solo y amontonarse contra la valla en la plaza de San Pedro para dale una carta personal al papa que muestra cara de póker en la fotografía. TaiwanNews abunda (en inglés) sobre este tema, y el South China Morning Post. El Cardenal Zen a los dos obispos: “No sean caraduras. ¡Vuelvan a casa! El Card. Joseph Zen Zeliun, obispo emérito de Hong Kong, publicó en su blog en chino una crítica muy áspera, pidiendo a los dos obispos chinos: «No sean caraduras. ¡Vuelvan a casa!». Y en italiano, el cardenal escribió: «Voz de la periferia. La presencia de dos funcionarios del gobierno perseguidor y ateo. ¡Es un insulto a los buenos obispos de China y al Sínodo de los obispos católicos!», explica Asia News.it. Desde la secretaría de Estado, como explica el South china Morning Post que cito más arriba, se le criticó por parte del cardenal Parolin. @JordiPicazo es filólogo y periodista colegiado: padre de una joven de 19 años y un joven de 21. Se ha dedicado a la enseñanza primaria y secundaria desde 1986 a 2013 en Reino Unido y España, y sigue en la educación para adultos. Durante más de 30 años ha sido monitor titulado de tiempo libre de niños y adolescentes en Inglaterra y España. |
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