2 minutos de lectura nauguran el nuevo centro de Investigación Benedicto XVI sobre Religión y Sociedad en Londres.Benedicto XVI, el hombre con menos miedo a la verdad. Esta es la idea que me llevé y que te resumo en dos minutos poco más, de un artículo más largo que desarrollé y publiqué desde Londres en prensa, enlazado al final de esta Entrada. El 5 de mayo de 2016 estuve presente en la inauguración del Centro de Investigación sobre Religión y Sociedad Benedicto XVI en la universidad católica de Saint Mary’s en Twickenham, Londres, en la mítica Strawberry Hill, inmortalizada por The Beatles y junto al famoso estadio de Twickenham cuna del Rugby en Inglaterra. Este Centro abrazaba desde ya hacía un lustro la vocación de convertirse en un referente mundial en el estudio de la religión y sociedad, con socios como diversas universidades del Reino Unido y de Norte América. Inspirado por el Pensamiento de Benedicto XVI sobre la belleza y la primacía de la Verdad, que emana del mensaje perenne de Jesucristo y está llamada a salir al mundo para proponerse a todas las gentes. Jordi Picazo, en St Mary’s, Londres St Mary’s University aprobó la creación del Centro en 2015, año que marcaba el quinto aniversario de la histórica visita del Papa Benedicto XVI a la misma Universidad, donde celebró varios eventos (ver aquí “Gaudium Press”, agenda visita Papa 2010). En el primer trimestre de 2016 la Santa Sede aprobó el uso del nombre del Papa emérito para el centro de investigación sobre Religión y Sociedad. Kelly afirma que «es especialmente significativo por ser durante muchos años Benedicto XVI un contribuidor estelar en el ámbito tanto público como académico en el tema de religión y sociedad en la esfera pública, y el Centro llevará a la Universidad que lo alberga a ulteriores metas muy ambiciosas». En 2010 Benedicto XVI invitaba a los reunidos en este mismo salón Waldergave a la contribución al Diálogo y la Razón: «la religión no constituye un problema para los legisladores en ningún momento, sino una contribución vital a la conversación de la nación (ver aquí Discurso de Benedicto XVI en esta misma Aula)», dijo. Monseñor Bechina: La universidad católica, foro desde el cual la iglesia hablará al mundo en el futuro. El invitado estelar, Monseñor Friedrich Bechina, subsecretario de la Congregación para la Educación Católica de la Santa Sede, ofreció la visión general y el espíritu que se desea para una institución de este calibre. Recordó la visión de Benedicto XVI que justifica la aportación de su legado a este proyecto universitario que lleva su nombre (aquí Audio SoundCloud en inglés). «No he encontrado en mi vida demasiada gente como Benedicto XVI que no tenga ningún miedo a la libertad y a la verdad. En ningún momento podía tener el pensamiento de que habría que crear lugares donde la gente estuviera protegida de ciertas ideas sino que más bien animaba a la iglesia y a las universidades a buscar la verdad entrando en diálogo con todo tipo de gentes, con toda confianza de que el mensaje que se nos ha entregado y por el cual murió Jesucristo es algo que no encuentra contradicción con la verdad. La universidad es un lugar para buscar la verdad y por eso hay motivo para que yo esté hoy aquí». Destacaba así Bechina que es cosa muy significativa el haber nombrado el Centro con el nombre de Benedicto XVI, y la razón principal que inspira el espíritu de esta Universidad, porque el rigor junto a la libertad académica es la mayor garantía para la Iglesia a la hora de hablar a la sociedad. Y la libertad es un concepto clave en el Papa Benedicto XVI. Se preguntó «por qué asistir a la apertura de un Centro Universitario de Investigación sobre sociología de la religión cuando la Iglesia gestiona 1500 universidades en el mundo y algunas de ellas abren hasta 5 veces al año centros como este. La razón para aceptar esta invitación, si analizamos la creciente secularización de la sociedad moderna, es que al preguntarnos dónde está el foro desde el cual la Iglesia hablará al mundo en el futuro próximo en la esfera pública, debemos concluir que es la Universidad. La libertad religiosa del individuo está bastante bien asegurada pero la libertad religiosa de la Iglesia como tal, la libertad de expresar su misión en la esfera pública no podemos darla por supuesta», comentó. «Algunos estados actualmente están reduciendo la presencia de símbolos religiosos en la esfera pública; así lo que en el pasado se veía una amenaza a la hora de hablar de la religión es ahora el lugar más seguro para hacerlo, pues no puede ningún poder público silenciar la Universidad». Los terroristas incluyen gente educadas en las mejores universidades: les falta visión, convicción y esperanza «Hace unos meses los ministros de Educación de la Unión Europea en una reunión convocada hace más de un año sobre la educación como instrumento contra el terrorismo y la violencia reconocían enfrentarse a retos de difícil solución y comprensión. Sabemos que necesitamos la educación para cambiar la sociedad. Alguien dijo que la sociedad de mañana depende de la Universidad de hoy, de la educación de hoy, pero ¿podemos decir que los terroristas son gente no educada? Alguien me ha dicho que en Siria hay gente luchando en el Estado Islámico que son graduados de Oxford o de universidades norteamericanas. Les faltaba algo, que no es la educación. Les falta visión, les falta convicción. Les falta esperanza. Así la respuesta a la pregunta de cómo educar los jóvenes no es dándoles instrucción personal y competencias solamente. No creemos que nuestra Fe tenga la respuesta y solución a todos los problemas pero sí creemos que tenemos un mensaje de esperanza en la determinada persecución de la verdad propia de las actividades de una verdadera Universidad Católica», explicó Bechina hablando de los valores en el proceso educativo, frente a la mera transmisión de conocimientos. Libertad, un concepto clave en Benedicto XVI Así, dijo también Bechina que «esta es la razón por la que estoy aquí: para aprender cómo podemos realizar esto. Esta es la gran contribución nuestra; el pensamiento católico no es algo limitante sino el signo distintivo de esta Universidad frente a otras universidades. Buscaremos con los resultados de nuestra investigación no solo habilidades y competencias sino dar un mensaje de esperanza, que no es solamente un mensaje más, sino la misión de esta Universidad». Para Monseñor Bechina, subsecretario de la Congregación vaticana para la Educación Católica, todo se reduce a comunicar esperanza al mundo, desde nuestra condición de creyentes en el mensaje verdadero, bueno y bello que es Jesucristo. Puedes leer el artículo completo, así como acceder a mi artículo en la prensa haciendo clic aquí. |
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