NELSON J. PEREZ VISITARÁ ESTA TARDE EL SANTUARIO NACIONAL DE SAN JUAN NEUMANN Y LA ACADEMIA DE PREESCOLAR CASA DEL CARMEN , EN LO QUE ES SU PRIMER ACTO OFICIAL
Consultando por teléfono a la Diócesis de Filadelfia esta madrugada me han enviado la información de la Rueda de Prensa que sostuvo con los Medios ayer el arzobispo saliente Charles Chaput, al que he podido entrevistar en la ciudad de Filadelfia en el pasado y se puede leer en este Blog. El ahora arzobispo electo Nelson J. Pérez visitará el Santuario Nacional de San Juan Neumann hoy Viernes 24 de enero de 2020 a las #SINODO2018 #SINODODELAJUVENTUD #CRONICA Chaput habla de que la iglesia no cataloga a las personas, y que con ese afán de utilizar nombres – “LGBTI”, o “transgénero”- que son productos de culturas descreídas es precisamente lo que estamos haciendo, por haber perdido tal vez la confianza en las verdades que se nos han transmitido en estos últimos 2000 años. Hay que regresar al estudio, explica, de las bases de la antropología humana y trascendental, que nos darán luces sobre qué significa ser persona humana creada por Dios. Resalta Chaput el salmo 8, curiosamente el célebre escritor cristiano C. S. Lewis dedica una gran parte de su apasionante libro “Relexions on the Psalms” a este salmo explosivo en belleza. El Instrumentum Laboris al que se refiere Chaput, Documento de Trabajo previo al Sínodo, lo encuentras en español pulsando aquí. 7 DE OCTUBRE DE 2018 - Jordi Picazo, en Roma Lo que sigue es la traducción que realizo sobre la intervención del arzobispo Charles Chaput el 4 de octubre de 2018 en el sínodo, publicada en el portal digital de su diócesis de Filadelfia en Pensilvania EE. UU., CatholicPhillyCom y que puedes leer en inglés pulsando aquí. Prefiero, en lugar de glosar solamente algunas de sus líneas, ofrecer la traducción completa, así el lector no se pierde el sabor y unidad de la comunicación del autor de las palabras, Chaput [pronunciado chapiú -de origen indio aborigen americano del norte]; los resaltados en negrita son míos, aportando así a la traducción completa lo que considero que resalta en el mensaje de Chaput, conociéndole personalmente y habiendo conversado con él en distintos momentos en Filadelfia, y habiéndole también oído predicar en el púlpito. «Hermanos, «Fui elegido para el consejo permanente del sínodo hace tres años. En esos momentos se me pidió, al igual que a otros miembros, que sugiriera temas para este sínodo. Mi consejo en ese momento fue centrarnos en el Salmo 8. Todos nosotros conocemos el texto: “Cuando miro a los cielos que has creado, la obra de tus dedos, la luna y las estrellas que has formado; ¿qué es el hombre para que le prestes atención, y el hijo del hombre para que cuides de él?” «Si nos falla la confianza para predicar a Jesucristo especialmente a los jóvenes, la iglesia será otro comerciante de beaterías». «Lo que somos como criaturas, lo que significa ser humano; por qué deberíamos creer que poseemos una dignidad especial -estas son las preguntas cruciales detrás de nuestras ansiedades y conflictos. Y la respuesta a todos ellos no la encontraremos en ideologías o en las ciencias sociales, sino solamente en la persona de Jesucristo, del redentor del hombre. Lo cual significa, claro está, que necesitamos entender en primer lugar y al nivel más profundo posible por qué necesitamos ser redimidos. «Si nos falla la confianza para predicar a Jesucristo sin dudas ni excusas a cada generación, especialmente a los jóvenes, entonces la iglesia será otro comerciante más de beaterías éticas que el mundo no necesita. «Con esto en la mente leí el capítulo cuarto del Documento de Trabajo para el sínodo, párrafos 51 a 63, con gran interés. El trabajo cumple bien con su cometido de describir los retos antropológicos y culturales con los que se enfrentan nuestros jóvenes. De hecho, en general son puntos fuertes de este documento de trabajo la descripción que hace de los problemas de hoy día y el darse cuenta de la necesidad de acompañar a la gente joven en su desempeño con estos problemas. «Sin embargo, creo que el párrafo 51 lleva a confusión cuando habla de la gente joven como de los “guardianes y sismógrafos de cada época”. Esto es una adulación falsaria que enmascara la pérdida por parte de los adultos de la confianza en la continua belleza y fuerza de las verdades de fe que hemos recibido. «En realidad, los jóvenes son demasiado a menudo productos de la época, conformados en parte por las palabras, el amor, la confianza y el testimonio de sus padres y maestros, pero más profundamente hoy por una cultura que es a la vez profundamente atractiva y esencialmente atea. «Los mayores en nuestras comunidades de fe tienen la tarea de transmitir la verdad del evangelio de generación en generación, íntegra y no dañada por los compromisos o la deformación. No obstante, con demasiada frecuencia mi generación de líderes, tanto en nuestras familias como en la iglesia, ha claudicado en esa responsabilidad por una combinación de ignorancia, cobardía y pereza a la hora de formar a la gente joven para que pueda llevar nuestra fe al futuro. Formar las vidas jóvenes es una tarea ardua en el escenario de una cultura hostil. «La crisis de los abusos sexuales por parte del clero es precisamente un resultado de la autoindulgencia y confusión introducida en la iglesia en el tiempo que llevo de vida, incluso entre aquellos que han recibido el encargo de enseñar y de orientar. Y los menores -o los jóvenes- han pagado por ello el precio. «“LGBTI” y lenguajes parecidos no deberían utilizarse en documentos eclesiales, la iglesia no cataloga a la gente de esa manera». «Finalmente, aquello que la Iglesia sostiene como verdadero en lo concerniente a la sexualidad humana para nada es un ladrillo que está flojo. Es el único camino al gozo y a la plenitud. No existe un católico “LGBTI” o “transgénero”, como si fueran los apetitos sexuales lo que define lo que somos; como si estas designaciones describieran comunidades diferenciadas, de idéntica, pero a la vez distinta clase de integridad dentro de la comunidad eclesial real, que es el cuerpo de Jesucristo. «Esto no ha sido nunca verdad en la vida de la Iglesia, y tampoco es cierto ahora. Se sigue que “LGBTI” y lenguajes parecidos no deberían utilizarse en documentos eclesiales, porque su utilización da a entender que estos son grupos reales y autónomos, y la iglesia simplemente no cataloga a la gente de esa manera. «Parece pues crucial para cualquier debate sobre aspectos de antropología explicar por qué la enseñanza católica acerca de la sexualidad humana es cierta, y por qué ennoblece y es misericordiosa. Aun así, brilla por su ausencia de manera clamorosa en este capítulo del documento en cuestión. Deseo que las revisiones por parte de los padres sinodales puedan resolver este aspecto». @JordiPicazo es filólogo y periodista: padre de una joven de 19 años y un joven de 21. Se ha dedicado a la enseñanza primaria y secundaria desde 1986 a 2013 en Reino Unido y España, y sigue en la educación para adultos. Durante más de 30 años ha sido monitor de tiempo libre de niños y adolescentes en Inglaterra y España. Sínodo de la Iglesia Católica sobre los Jóvenes (I): ¿Un sínodo de los jóvenes si fe en los jóvenes?10/7/2018 #SINODO2018 #SINODODELAJUVENTUD #CRONICA La asociación americana Cardenal Newman Society defiende que el Sínodo inaugurado el 3 de octubre de 2018 en el Vaticano sobre los Jóvenes, Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional, en lugar de guiar a los jóvenes a lo largo del camino estrecho pero gozoso del cristianismo, parece que con el documento de trabajo o Instrumentum Laboris previo al inicio de esta reunión internacional de los obispos apuesta más por un acompañamiento” de los jóvenes católicos por los caminos amplios y llenos de trampas de la cultura secular. Pulsando este enlace podrás leer el documento completo o Instrumentum Laboris que la Sociedad Cardenal Newman analiza, y piensa que se queda corto y refleja poca fe en los jóvenes. Parece, comentan, más dispuestos a escuchar a los jóvenes para ver qué acción de márquetin utilizan para venderles lo que queda de la iglesia, que escucharlos para ver en qué está fallando esa iglesia a la hora de transmitirles el evangelio de Cristo y animarlos en la tarea de convertiré en apóstoles de Cristo. 7 DE OCTUBRE DE 2018 - Jordi Picazo, en Roma Lo que sigue es la traducción que realizo sobre el artículo original completo de la Cardinal Newman Society que encuentras pulsando aquí. Los resaltados en negrita son los originales en el artículo citado. Sobre la Credibilidad Para la Sociedad Cardenal Newman y bajo las circunstancias actuales hay algo simplemente ofensivo en la estampa que ofrecen los obispos católicos reunidos para estudiar cómo pueden atraer a los jóvenes a quedarse en la Iglesia. Mientras tanto, la crisis de los abusos sexuales del clero y el patético enjuiciamiento mutuo y la corrupción de unos obispos contra otros sigue siendo un asunto sin solucionar”. Requerirá de un gran esfuerzo el poder restablecer la credibilidad entre las familias católicas. Pero la transparencia por parte del Vaticano en lo que concierne al arzobispo Viganó y a sus denuncias sería un buen comienzo, en lugar de la aparente intención del sínodo de agradar a los jóvenes y hacerse el amigo de los jóvenes rebajando su propio juicio moral sobre sus actos. Sobre la verdad Sorprendentemente el Documento de Trabajo del Sínodo pone poco énfasis en enseñar a la juventud la verdad sobre Cristo -la liturgia, las tradiciones y las doctrinas que son un gran tesoro para la iglesia. En lugar de ello se centra en guiar a los jóvenes con un ejemplo personal y un acompañamiento que no juzgue. El Papa Benedicto se lamentaba con razón sobre la “crisis educativa” entre la gente joven, que se desespera porque no conocen a Cristo y sus enseñanzas. No podemos ralentizar la Verdad del Evangelio y dejar a la gente joven que se ahogue en el relativismo de una “modernidad líquida”. Sobre la Confianza Los organizadores del sínodo parecen brillar por su falta de confianza en los jóvenes de hoy, dudando de que respondan positivamente a las llamadas a la razón. En lugar de enseñarles la Verdad y los preceptos de la moral, el documento del sínodo promueve la experiencia subjetiva de un mentor para atraer a la juventud. Necesitamos ser firmes en la llamada de la gente joven para estudiar la Fe y hacerla propia. Muchos responderán a esta llamada. Llegar a ser defensores de la belleza, buscadores de la verdad y arquitectos de la libertad es una tarea y una aventura digna de su inquietud juvenil y de su idealismo. Buscan respuestas. El hecho simple y fácil de entender es que nuestra fe católica no es subjetiva. No podemos abandonar a los jóvenes a la influencia de la tentación y del relativismo. Sin defender las verdades irrenunciables nuestra enseñanza no es católica. Sobre la valentía El documento del sínodo nos emplaza a debates honestos con la gente joven acerca de la sexualidad, pero no presenta un necesario sentido de la urgencia a propósito de la crisis moral entre nuestros jóvenes y evita la confrontación con la cultura popular. Los organizadores del sínodo parecen sentirse cómodos acomodando a su vez los presupuestos erróneos de la cultura sobre la sexualidad y han adoptado el lenguaje cultural de la identidad, en lugar de recordar a los jóvenes que todos tenemos una orientación como hijos de Dios, hacia y a través de Él que es el Camino la Verdad y la Vida. La vida de muchos católicos jóvenes se ha fragmentado, ha perdido coherencia, y ha devenido indiferente a la verdad y a su profundo significado. La Iglesia necesita permanecer fuerte contra la cultura actual de disentimiento y de autonomía radical, que corrompe las almas de nuestros jóvenes. Esto incluye erradicar el escándalo en las universidades católicas y eliminar la etiqueta “católico” de los ofensores acérrimos. Sobre la Formación El documento del Sínodo utiliza el término “formación”, pero casi no habla de moralidad, de los mandamientos de la ley de Dios y del desarrollo de las virtudes y la disciplina moral en la gente joven. Nos advierte de no parecer “autoritativos” o “hiperprotectivos” pero no advierte contra el permisivismo, que es el problema real hoy día en muchas de las escuelas diocesanas, facultades universitarias y programas de juventud dependiente de las instituciones católicas. Le gente joven de hoy necesita formación -que es más ardua pero mucho más satisfactoria que un simple acompañamiento- para poder llegar a ser santos e incluso mártires. Animamos a los obispos a que observen a los jóvenes de las facultades universitarias católicas más fieles (que recomendamos en nuestra Guía Newman) o hablen con el creciente número de familias católicas que han escogido deliberadamente escuelas católicas y programas de educación en el hogar que ofrecen una formación seria para mente cuerpo y espíritu. Sobre la Familia El documento de trabajo del Sínodo reconoce la importancia de las familias en la formación de la Fe, pero los padres y las familias han tenido un papel muy reducido en las deliberaciones del Sínodo, a pesar del hecho de que son la clave a la hora de llegar a la gente joven. Los buenos padres y madres tienen una comprensión única de qué necesitan nuestros jóvenes para permanecer fuertes en la Fe. A pesar del hecho alarmante de que la Iglesia está perdiendo a los jóvenes, hay lugares donde la Fe se transmite con éxito, y donde la gente joven arde por Cristo y la misión perenne de la Iglesia de salvar las almas. Estas familias no se esconden, se pueden encontrar en las parroquias donde se cultivan las devociones tradicionales, en familias que rezan el rosario juntas, en escuelas, en el propio hogar y escuelas tradicionales católicas, y en familias que lo sacrifican todo para poder mandar a sus hijos a escuelas de nuestra Guía Newman. El Sínodo podría aprender mucho de esta misma gente que lo están haciendo bien hoy. Sobre la Educación Católica Todo esto apunta a una solución clave para los obispos: la renovación de la auténtica educación católica, formando a los jóvenes y sosteniendo la Fe de las buenas familias católicas. La educación católica es crucial para la evangelización de la gente joven por parte de la Iglesia y merece ser la prioridad en el Sínodo de la Juventud. En lugar de ello la educación católica recibe una atención debilitada en el documento de trabajo elaborado previo al Sínodo, que mira a este aspecto como simplemente un medio de gestionar la comprensión de los problemas del mundo desde un punto de vista humanista. El documento pone poco esfuerzo en destacar el papel de la educación católica en la evangelización de la gente joven y de llevarlos al cielo. La breve sección en el documento de trabajo sobre la catequesis es útil, pero de nuevo se queda corta a la hora de abarcar la completa promesa de la educación católica: la formación de la persona humana, el desarrollo de la concepción del mundo desde la perspectiva cristiana, la experiencia de la comunidad cristiana, y un encuentro cotidiano con Cristo en la oración y el sacramento. Los padres sinodales harían bien en renovar el compromiso de la iglesia con una educación católica autentica y fiel. Durante décadas escuelas católicas con una identidad débil, al igual que facultades de universidades católicas, y programas de educación de la juventud de igual identidad debilitada han fracasado a la hora de formar profundamente a la gente joven en el conocimiento de la Fe, la tradición, la disciplina moral, la virtud y la sabiduría. Tal formación tendría que ser una prioridad total para el sínodo. El punto de partida El punto de partida es que la Iglesia tiene todas las herramientas que necesita para llegar a la gente joven y tiene dos mil años de experiencia dirigiendo a personas, jóvenes y mayores a Cristo en culturas y realidades muy distintas. Lo católico funciona. No necesitamos vías “nuevas” y más suaves; muy al contrario, necesitamos un mayor compromiso para educar y formar bien a la gente joven. Esperamos y rezamos que los padres Sinodales presten atención y eviten la tentación fácil de simplemente fluir con los tiempos. @JordiPicazo es filólogo y periodista: padre de dos jóvenes. Se ha dedicado a la enseñanza primaria y secundaria desde 1986 a 2013 en reino Unido y España, y sigue en la educación para adultos. Durante más de 30 años ha sido monitor de tiempo libre de niños y adolescentes en Inglaterra y España. |
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