#ENTREVISTA PUBLICADO EN: http://www.revistaecclesia.com/las-raices-cristianas-de-europa-conversaciones-con-fernandez-diaz-iiilas-raices-cristianas-de-europa-conversaciones-con-fernandez-diaz-iii/ Poco sabíamos que en unos días ocurrirían los hechos trágicos en Barcelona, ajenos por tanto a esta conversación y este mi relato de ella. Jorge Fernández Díaz me cuenta su lucha con el cáncer y cómo cuando uno siento el aliento de la muerte que ha pasado por su lado valora el bien escaso del tiempo. Y acabamos reflexionando sobre las raíces cristians de Europa, para seguir en una posterior entrega: “en el proyecto actual de la Unión Europea parece que se intenta imponer por la vía de hecho primero, y después legalmente, una clara dictadura del relativismo”, analiza. Jordi Picazo JP -¿Cómo conjuga Jorge Fernández Díaz su permanencia como ministro de Interior con el PP tras renunciar a la reforma de la ley del aborto y lo que una parte muy importante de los votantes ven como una traición a las promesas electorales? JFD - Le digo con toda franqueza que no oculto que a mí ese asunto me planteó un problema de conciencia, estoy hablando de hace 4 años. Se tomó esa decisión, y yo la verdad es que pedí consejo a algunas personas de mi absoluta confianza y de criterio recto y formado a mi modo de ver. Y en aquel momento yo interpreté que dada la situación general en el país -estábamos viviendo una crisis económica extraordinaria-, toda la política de ajuste presupuestario que hubo que realizar y la evidente conflictividad social que había en la calle, me pareció compatible con mis principios el continuar en el gobierno y no dimitir. Estaba convencido de que en aquel momento mi dimisión hubiera generado un daño añadido al gobierno y en particular a su presidente. No hubiera sido honesto por mi parte. Aunque hubiera sido lo más cómodo, no habría sido lo más responsable. Pero le voy a reconocer que yo hoy en día esa reflexión la tengo viva aún. Hay cosas, en fin, que pertenecen a la interioridad de cada uno y esa interioridad la pones ante el Juez Supremo, ¿no? Y la he puesto. Y mi comprensión y mi respeto van para aquellas personas a las que mi actuación en ese momento no les pareció que fuera la adecuada. JP -La comisión Europea manifestó que no existe el derecho al aborto (ver) JFD -Mi partido es un partido que tiene muchos votantes y muchos militantes. Unos están a favor de esas iniciativas y otros estamos en contra. Lo mismo en el congreso del Partido Popular en Valencia en junio del 2008. Me opuse a la retirada de nuestro recurso ante el tribunal constitucional. Eso es una parte de la diversidad política, de la pluralidad política. JP -Podría parecer tan diverso que no cabría en un mismo cajón. Fue tachado de incoherencia política por muchos… JFD -Lo que está claro es que yo pienso que en cuestiones que afectan a la conciencia, hay que reconocer lo que llamamos el “voto en conciencia”. Yo no voy a juzgar la conciencia de otros, a la vez que defiendo la mía y respeto la libertad de las conciencias. No voy a imponer a nadie mis convicciones morales; pero tampoco voy a aceptar que se me impongan a mí otras. Y eso forma parte tanto de la libertad de las conciencias y de la libertad política. Y en el Partido Popular eso se puede defender y yo desde luego lo voy a defender. Lo mismo pasa con la gestación subrogada en estos momentos. El tiempo, más que oro, es gloria, y Gloria al Creador JP -Ministro, hablábamos antes de que “el tiempo es un bien limitado, un bien escaso y que conviene administrarlo con rigor, priorizar. Me ha comentado que, sobretodo experimentando en primera persona la cercanía de la amenaza de la muerte debido a su cáncer, ve más claramente la importancia de poner en buen uso el tiempo del que disponemos en la vida. JFD -La labor de priorizar forma parte, evidentemente, de la razón y de la voluntad. Pensar y distinguir entre lo que es importante y lo que es menos importante, y tener la voluntad de actuar en consecuencia. En definitiva son las potencias del alma, ¿no?, del alma humana. A veces te planteas qué has hecho en la vida y qué sentido tiene todo lo que has hecho, ¿no? Toda persona que ha pasado por un proceso de estas características, al menos en esos momentos se lo plantea. JP -Existe esa homilía del fundador del Opus Dei de “El Tesoro del Tiempo” (ver enlace a pie de página). JFD -Efectivamente JP -Y esa frase de que “el tiempo no es oro, el tiempo para un hijo de Dios es Gloria” (Punto 355 de “Camino”: Los que andan en negocios humanos dicen que el tiempo es oro. —Me parece poco: para los que andamos en negocios de almas el tiempo es ¡gloria!) JFD -Esa frase que mencionas es muy buena. El tiempo no es sólo oro, lo que no es poco, sino Gloria: gloria a Dios, no vanagloria, ¿eh? Y permíteme que insista en esto aplicando el aforismo de que no hay mal que por bien no venga: la enfermedad te permite un tiempo de reflexión que siempre es conveniente y necesario. Porque pasas revista a tu vida y te das cuenta que tu existencia pasa muy rápido; muy rápido. Y a medida que vas cumpliendo más años eso lo notas de una manera más acelerada, y te das cuenta que los años pasan cada vez más aceleradamente, a más velocidad. Casi sin darte cuenta como se dice habitualmente. No es que no hayas hecho cosas que querrías haber hecho, sino también que has hecho muchas que consideras ahora que eran prescindibles; y ya no entro por supuesto en las equivocaciones y errores que asumes que has cometido. Pero sobretodo y ante todo para mí lo importante es lo que te decía de averiguar cuál es el sentido de tu vida: como desarrollo temporal, existencial, aquí y ahora. Ha estado orientada en una determinada dirección, a lo mejor en direcciones diversas en el transcurso del tiempo. Pero en todo caso tiene que tener un norte, que es lo que le dará ese sentido. Ese norte lo alcanzarás en mayor o menor grado, en cada edad, en cada circunstancia de tu existencia. Y yo me he dado cuenta de que efectivamente, por lo menos de momento, parece que se me ha dado una prórroga. Debo darle una nueva orientación a mi vida y es en concreto estos momentos cuando soy más consciente de que la vida es un bien escaso. Y que por tanto el tiempo debe ser gestionado con decisión, empleando el tiempo necesario en lo que vale la pena y no malgastándolo, en aquello que no vale la pena. En definitiva, decíamos, jerarquizar, priorizar lo que debes hacer, lo que quieres hacer, cómo lo quieres hacer; y prescindir de aquello que te aparta del norte que da sentido a tu vida. JP -“El tiempo peor empleado es el tiempo que dedicas a lo que no tenías que dedicarle ningún tiempo”, dicen. Decidir por la mañana qué cosas no voy a hacer… JFD -Es una buena reflexión: hacer un stop, en algún o algunos momentos del día para saber cómo debes invertir el tiempo. Si tienes en tu poder lo más valioso del mundo, serás especialmente escrupuloso en gestionar ese bien tan maravilloso que tienes, sabiendo que por su propia naturaleza es limitado. Tenemos así lo más valioso del mundo al alcance de nuestras manos. Lo tenemos por un tiempo limitado, y entonces… “¡oye! ¿Cómo lo piensas invertir?” Yo creo que todos sin excepción diríamos: “Oye, ¡voy a pensarlo bien!” Bueno, pues eso es la vida. Eso es nuestra vida. Nuestra vida es oro, nuestra vida es Gloria, la tenemos por un tiempo limitado. Y por lo tanto con estas premisas la conclusión es que lo hemos de gestionar bien y eso parece razonable que como mínimo una o varias veces al día nos lleve un tiempo de meditación, de reflexión, acerca de cómo lo vamos a gestionar: sobretodo cada nuevo día. Cada nuevo día es un día que se nos da de prórroga. “Echo en falta una política clara de defensa de la familia”. JFD -Una de las cosas que echo en falta y queda por hacer sin embargo, lo digo sinceramente, es una política clara de defensa de la familia, célula básica de la sociedad, una defensa del matrimonio como unión de dos personas entre sí que asumen libremente un compromiso mutuo; una defensa de las personas que son más vulnerables: y ahí va desde el concebido no nacido hasta los ancianos. Las personas de mayor edad ahora, y lo vemos ahora ya en el horizonte, se enfrentan a la avalancha de la eutanasia. Lo que estamos viviendo es una auténtica crisis ética y moral. Pero no solo en España sino a nivel internacional, y se proyecta con más o menos intensidad según los países, pero en el ámbito de la Unión Europea, con excepción de Polonia y Hungría es evidente que los valores que se están instalando tienen poco que ver con los valores cristianos. Aunque creo que el estado de bienestar español, siendo realistas, es un estado que aguanta con fuerza la comparación con otros sistemas de bienestar como hay en nuestro entorno en la Unión Europea, es evidente que queda todavía mucho campo por desarrollar en materia de política social. Pero no puedo dejar de estremecerme cuando veo por ejemplo que en Holanda, según los datos que he leído, un 20% de las personas que fallecen lo hacen por eutanasia; y eso no es una muerte natural. Y creo que es francamente preocupante que por parte de algunos se intente hacer viable y sostenible el sistema público de pensiones y el gasto social, especialmente en sanidad, vía la eutanasia: me parece que es algo ética y moralmente absolutamente inaceptable. Dar al diablo el beneficio de la ley JP -Por un lado un jurista me hablaba de que no puedes denunciar a alguien porque aplica la ley, hablando de leyes que permiten el asesinato de niños antes de nacer, o la terminación de la vida de los mayores costosos de mantener o no productivos; y por otro lado el juez Calatayud me hablaba de que la única manera de acabar con la lacra de la ideología de género que amenaza a nuestra sociedad es aplicando la ley (ver a pie de página). Ambos casos coincidirían en la necesidad de hacer que las leyes sean justas. A lo Tomás Moro, “¿daría Usted al diablo el beneficio de la Ley?”, le preguntaron en el juicio que le condenó, y contestó afirmativamente por ser, a su entender, “el único modo con el que detenerlo”. JFD -Esto que planteas es un tema nuclear. Es un debate que está planteado con más o menos intensidad en todo el mundo Y si nos centramos más en nuestro espacio geopolítico de la Unión Europea vemos que países que no están de acuerdo con los planteamientos que se están imponiendo, como Polonia y Hungría, que he mencionado antes, están sufriendo las represalias de la misma Unión Europea. Incluso se ha llegado a denunciar a Hungría por haber promovido en su constitución la defensa de la vida impidiendo el aborto. La denuncia iba en la línea de que no promovía valores europeos, lo cual significa que esos valores europeos habría que actualizarlos, especialmente teniendo en cuenta quiénes fueron los padres fundadores de la Unión Europea en los años 50: porque eran humanistas cristianos. JP -Algunos de ellos en proceso de beatificación. JFD -Efectivamente. Y tras una gran guerra donde el proyecto Europa, y esto lo ha explicado el Papa Francisco en sus discursos, vino a ser como un proyecto de reconciliación y un proyecto para fundar las bases para que no pudiera volver a ocurrir (ver aquí YouTube de 3’) Las raíces cristianas de Europa JFD -No es casual que después de, no una, sino dos guerras mundiales fueran unas personas con el común denominador de un pensamiento humanista cristiano los que promovieran la Unión. En sus orígenes fue la Comunidad Económica del Carbón y del Acero (CECA), en tanto estos elementos eran materias primas para fabricar armamento; poniéndolo de esa manera todos los países en común se quería evitar que se reprodujeran las causas y circunstancias que llevaron a que se hubiera producido tres grandes guerras en el continente europeo en los últimos 50 años: la guerra franco-prusiana en 1870, la Primera Guerra Mundial del 14 y la Segunda Guerra Mundial del 39. Eso sí que eran los valores europeos, los valores del humanismo cristiano. Y ahora parece que los valores europeos impidan que se defienda la vida desde su concepción hasta la muerte natural. Lo cual quiere decir que se está produciendo sin darnos cuenta, o tal vez sí, una metamorfosis. En el proyecto actual de la Unión Europea parece que se intenta imponer por la vía de hecho primero, y después legalmente, una clara dictadura del relativismo, en este caso relativismo ético y relativismo moral. En esta dictadura, antes te lo comentaba, se penaliza y tipifica como delito al que disiente: de esta manera se confunde legalidad con moralidad. Así, todo lo legal sería moralmente aceptable, y por ende se puede imponer. Como consecuencia la confusión entre justicia y libertad es absoluta. Objetivamente hay leyes justas y hay leyes injustas, sin embargo parece que en esta Unión Europea de hoy no va a quedar margen para la discrepancia. Juan Pablo II ya lo advirtió: dijo que llegará un momento en que la defensa de la verdad será considerado como intolerancia. “Europa, ¡sé tú misma!”, clamaba Juan Pablo II. El Papa polaco batalló como sabemos hasta su partida al cielo para que en el texto articulado de la Constitución de la Unión Europea figurara la referencia a las raíces cristianas de Europa, clave para una interpretación histórica verdadera; texto que por lo demás no vio la luz porque en el referéndum los países más laicistas de Europa, Francia y Holanda la dinamitaron. No deja de ser una paradoja. JP -Francia es la hija primogénita de la Iglesia Católica. JFD - “La fille ainée de l'Eglise”, en frase acuñada por Juan Pablo II en su primera visita a ese país. La primogénita. La segundogénita es España, después de Clodoveo y la conversión de Recaredo, en el tercer concilio de Toledo en el año 589, curiosamente el 8 de mayo, el mismo día en que después coincidió el final de la segunda guerra mundial. El caso es que “Europa, ¡sé tú misma!” es volver a alimentarse de la savia de sus raíces Cristianas. Además tras una síntesis magnífica elaborada y decantada a lo largo de siglos de raíces cristianas, de la cultura griega, del derecho romano; en definitiva eso es Europa. Sin eso Europa no existe. La renuncia explícita que ha hecho Europa a sus raíces cristianas es un suicidio colectivo. Ahora estamos experimentando un acelerón histórico, desde que estamos entrando en esa nueva etapa de desarrollo de la Unión Europea sin referencia a sus raíces cristianas; si por este afán de post cristianismo Europa deja de ser cristiana pasará a ser un territorio que no tendrá vida, como un cuerpo sin alma, un cuerpo sin vida, como te decía. De la misma forma que una planta sin raíces muere, Europa puede morir porque se hayan secado o se hayan cortado sus raíces. Es una apostasía que si inicialmente ha pasado más o menos desapercibida o maquillada hoy en día ha pasado a ser pública. Conviene recordar a modo de ejemplo gráfico que en los primeros tiempos apostólicos en aquellos territorios de Anatolia por ejemplo, lo que hoy es Turquía; Armenia -recordemos el genocidio armenio- y en fin los grandes patriarcados del norte de África etcétera, fueron las primeras tierras de misión, y ya vemos cuál es la situación del cristianismo allí en estos momentos. Así, creo que en Jerusalén, Roma y Atenas podemos ejemplificar lo que ha sido la antigua Cristiandad. No es fácil para una sociedad post cristiana entender esas raíces, que incluso si se quiere decir más precisamente diremos raíces judeocristianas, y otros fenómenos que se han ido como la ilustración. Y Bueno, no está escrito en ningún sitio que Europa, la vieja Europa, vaya a existir hasta el final de los tiempos. No es fácil tener este diálogo en el foro público, o este debate, porque en esta sociedad donde se está imponiendo la post verdad defender la existencia de una verdad acarrea una connotación negativa de intolerancia. Después esa palabra se lleva al código penal y se tipifica como delito. Reconocer este legado en sus raíces cristianas no significa evidentemente confesionalismo porque Europa no se entendería sin la defensa de los derechos fundamentales y las libertades públicas conquistados, entre los cuales destaca el fundamental de libertad religiosa. JP -¿Los intolerantes se sienten Defensores de la tolerancia? JFD -Está claro el dogma del relativismo consiste en decir que todo es relativo excepto lo relativo. JP -Eso me recuerda a esa frase de Churchill, que decía “no me interrumpa cuando estoy interrumpiendo”… JFD -O “esta mañana mientras me afeitaba meditaba lo que improvisaría con Usted señoría. A lo que iba es que en la dictadura del relativismo, es el mismo relativismo el que se convierte en un absoluto, lo cual uno se tiene que dar cuenta de que es un oxímoron, una contradicción in terminis. A efectos de bibliografía sobre este fenómeno, y el mismo término utilizado antiguamente de Cristiandad, pienso que el libro de Juan Pablo II “Memoria e Identidad”, escrito a finales de su vida, coloquio mantenido con diversos intelectuales polacos, es un libro que define esta situación maravillosamente. También en su otro libro “Cruzando el umbral de la esperanza”, escrito como sabemos con Vittorio Messori habló de Juan Pablo II de ello. Ser el primer Papa venido del Este le permitió tener una visión de Europa. Para saber más: El tesoro del tiempo. Homilía de San Josemaría Escrivá de Balaguer Entrevista al juez Emilio Calatayud, de Jordi Picazo La política de la santidad: conversaciones con Jorge Fernández Díaz, exministro español de Interior (I), de Jordi Picazo “Si pudiera volver atrás, muchas cosas las haría de distinta manera”. Conversaciones con Jorge Fernández Díaz (II), de Jordi Picazo |
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